Cuando más se demostraba como una de las estrellas del fútbol mexicano, con un rendimiento que sobrepasaba los límites de lo aceptable, Renato Ibarra se enfrenta a un escollo, aparentemente, imposible de salvar.
Las dificultades al interior de su vida familiar, específicamente, su relación con Lucely Chalá, quien tiene diez semanas de embarazo, se instalaron en el ámbito de su desempeño profesional, toda vez que, el club América de México ha decidido terminar la relación contractual con el futbolista ecuatoriano.
La abogada que llevaba la defensa de Ibarra renunció al trabajo por cuestiones de género; otros profesionales del derecho se han negado a ejercer la defensa del extremo tricolor; y, por último, la defensa de Lucely no quiere un acuerdo, por lo que, Ibarra está en manos de la justicia mexicana, tras la acusación de violencia familiar y tentativa de feminicidio.