Es una guerra sin cuartel, la que el Presidente Lenín Moreno pretende sostener contra la lacra social de la corrupción, enquistada en ámbitos insospechados y que ha debilitado las bases estructurales de la organización estatal en el Ecuador.
La nueva estrategia se basa en la creación de una Comisión Internacional Contra la Corrupción en la que participarían organismos como la ONU, la OEA, Transparencia Internacional, el BID y el Cuerpo Diplomático.
Moreno ya dispuso que el Canciller José Valencia inicie las reuniones para implementar esta iniciativa de manera inmediata, señalando que, en materia de lucha contra la corrupción “hemos avanzado mucho, pero la velocidad y la profundidad de nuestros logros no son suficientes”.