Juan Carlos Lagua, Vicepresidente de la Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas del Noroccidente de Tungurahua dijo que se han visto en la necesidad de tomarse las calles de Ambato para expresar su rechazo al trabajo insuficiente de la Fiscalía, frente a los robos constantes, de los que son víctimas.
La marcha de la UNOCANT congregó a unos 1.000 comuneros y campesinos, que avanzó por las calles céntricas de la capital tungurahuense, manifestando que no se oponen a las investigaciones de los hechos del pasado 1 de enero en la comunidad de Cullitahua, en donde quemaron vivo a un supuesto ladrón.
Rosa Jerez, Presidente del Movimiento Indígena de Tungurahua aseguró que los lamentables acontecimientos en mención, no pueden ser considerados como parte de la “justicia indígena”, ya que en esa ocasión no hubo actuación de los dirigentes, sino como un linchamiento con la participación de una comunidad cansada de tanto robo.