La sonrisa que mantenía la asambleísta Sofía Espín en casi todo momento, parece que se le terminó, una vez que conoció los resultados de la votación que reveló su destitución por la coincidencia de 94 voluntades legislativas que aceptaron la sanción.
La visita furtiva de la, ahora ex legisladora, a la testigo protegida Diana Falcón en la cárcel, fue calificada por el Pleno de la Asamblea como “incumplimiento de funciones”, lo cual provocó un proceso de investigación que terminó en su destitución.
El argumento esgrimido por Espín en el momento de su defensa no logró convencer a sus colegas asambleístas que optaron por una muestra de autodepuración al interior de la Asamblea.