Las rencillas por captar el rectorado de la Universidad de Guayaquil, luego de la separación del titular, Dr. Galo Salcedo, por una serie de irregularidades detectadas por la Contraloría, habían provocado un cisma entre los seguidores de Gulnara Borja y Antonio Rodríguez.
El CES se reunió en Guayaquil para tomar una decisión y, por unanimidad optó por una nueva intervención que durará 90 días con posibilidades de prorrogarse, si las circunstancias lo ameritan, recalcando que la intervención es de carácter cautelar y temporal.
El CES aclaró también, que la intervención no lleva el propósito de nombrar un nuevo rector, si no de evitar que se incremente la violencia al interior del Alma Máter. Además de garantizar el derecho a la educación superior; permitir el normal funcionamiento de la universidad; mantener continuidad de los procesos; asegurar y preservar la calidad y gestión; y, precautelar el patrimonio afectado en estos días.