Los apologistas de lo absurdo y la desvergüenza llegaron a la osadía de repartir condecoraciones oficiales como regalos personales, sin que medie la justipreciación de valores y motivos para la entrega de las mismas.
Personajes catapultados a pedestales inefables y que hoy están en la triste condición de procesados, condenados o prófugos de la justicia, como Cristina Fernández, ex presidenta de Argentina; Luis Chiriboga, ex presidente de la F.E.F.; Y Carlos Pólit, ex Contralor, fueron objeto de sendas premiaciones por parte de la Asamblea Nacional.
Las grotescas decisiones que, lesionaron en su oportunidad, la honra de la nación, fueron anuladas por el actual legislativo que, con 86 votos a favor resolvió dejar sin valor las condecoraciones entregadas en la anterior administración. Ahora hay que esperar que devuelvan las medallas!