Esta vez, la contienda se dio entre los Consejos. El Consejo de Participación Ciudadana Transitorio y el Consejo de la Judicatura. El primero cesó al segundo en una decisión histórica que sienta precedentes.
Las diferencias se dan así: El CPCCS Transitorio se constituyó legítimamente, como producto de la voluntad del pueblo en las urnas. El CJ se constituyó de manera amañada como producto de la voluntad de gobernantes corruptos.
El CPCCS se ha convertido en el reducto de la honestidad y la transparencia que anhela el pueblo ecuatoriano. El CJ se convirtió en el súmmum de la descomposición moral, de la que se ha hecho alarde en los últimos diez años de historia nacional.
5 junio, 2018