La situación es verdaderamente vergonzosa, respecto de los jubilados del magisterio que, luego de haber entregado lo mejor de su vida a la formación de tantas generaciones; luego de haber agotado sus mejores energías, ahora tengan que emprender en plantoneras para exigir el pago de sus derechos.
Una centena de jubilados, un poco más, un poco menos, acudieron hasta la Asamblea Nacional para decirle a los asambleístas, que tienen largo tiempo esperando que les cumplan.
También quisieron hablar con el Presidente Moreno, pero parece que el Jefe de Estado no disponía de tiempo para ellos. Sólo les quedó vociferar con el débil tono, propio de sus edades, “EN VIDA, DE MUERTO YA PARA QUÉ”.
Qué irrespeto para los que sacrificaron, al igual que los héroes de la patria que sólo son mencionados en actos de fechas cívicas, pero no les cumplen todo lo que les ofrecieron.