El Príncipe Harry que tiene ese título por la consanguinidad, ya que es hijo del Príncipe Carlos y nieto de la reina Isabel, se convertirá conjuntamente con su esposa Meghan, en el nuevo Duque de Sussex. Los títulos nobiliarios son muchos y se adquieren por medio de la sangre, es decir, la dinastía y también por dádiva concedida por el rey.
El título de Duque es el de más alto grado conferido a los príncipes que no tienen la calidad de herederos, es decir, que no tendrán acceso a la corona. En el medioevo, el Duque tenía la categoría militar de un general y su jurisdicción de señorío era el ducado. Además, el Príncipe Harry ostentará el título de Conde de Dumbarton y Barón de Kilkeel, títulos que le fueron obsequiados por su abuela, la Reina Isabel.
Sussex es un condado ubicado en el sur de Inglaterra y es un territorio que guarda gran significado histórico, porque allí tuvo lugar la batalla de Hastings, donde Haroldo II, rey de Inglaterra, se enfrentó a Guillermo (duque de Normandía) en 1066. La batalla terminó con derrota y muerte de Harold, proclamándose por lo tanto Guillermo el Conquistador, nuevo rey normando de Inglaterra.
Tras recibir de su abuela también los títulos de conde de Dumbarton y barón Kilkeel, se ratificaron las especulaciones de la prensa inglesa que señalan que Harry es el nieto preferido de la reina Isabel, tanto así que para la boda de este sábado otorgó muchas concesiones y rompió protocolos muy estrictos para darle gusto a Harry.